martes, 24 de octubre de 2023

Sobre la diferencia entre debate y diálogo en relación a la crisis actual

Este es un resumen de entrevista a Miguel Angel Balcárcel en el programa “Con Criterio” del 18 de octubre de 2023. Escuchar aquí. 

Debate: Quienes participan escuchan con la finalidad de refutar las ideas y demostrar las fallas lógicas del argumento del otro. Al preguntar en el debate, se hace como un desafío retórico; una declaración disfrazada porque el interés es expresar un compromiso indeclinable con un punto de vista contrario al de la otra parte. 

Diálogo: Quienes participan escuchan a los demás con la finalidad de conocer y comprender las creencias e intereses de otros para encontrar una comisión. Las preguntas se plantean con la intención de genuina curiosidad. Los participantes hablan como individuos, expresan lo que piensan para generar confianza. 

En un conflicto hay posiciones de las partes involucradas. Detrás de las posiciones se deben evaluar las necesidades de cada parte porque la insatisfacción de estas produce “problemas”. Los problemas no resueltos pueden generar crisis. 

La crisis crea una “escena política”: es lo que se percibe (hechos, manifestaciones, enfrentamientos, violencia etc.) el ejercicio de poder emplea medios para resolver la crisis, pero el poder no deviene de personas (funcionarios públicos) sino de los entes de poder (los que mueven los hilos). 

En ocasiones no se nota a los entes de poder en la escena política, pero son los intereses de éstos los que predominan en el trasfondo de la escena política. Algunos entes de poder son: el capital, el poder eclesial, coaliciones políticas con intereses comunes, las fuerzas armadas, el crimen organizado, fuerzas sociales, medios de comunicación. 

Un argumento en el debate por la lucha de poder es la cuestión de la legitimidad de las partes: que si son entidades formales (legales, electas como alcaldías, instituciones públicas) o informarles (grupos sociales como autoridades ancestrales, 48 cantones etc.). 

Se dificulta llegar al diálogo en un conflicto cuando las partes se enfrascan en el debate de la naturaleza formal o informal de las partes. Es un error considerar “informal” a las representaciones sociales como las autoridades ancestrales o los 48 cantones. 

Los grupos sociales, no electos, pero formalmente organizados y con representatividad, son parte de la democracia participativa. Las organizaciones ancestrales compuestas por comunidades consultan entre sí y deciden mediante consultas públicas, tienen una especie de asambleísmo. Actúan desde la perspectiva de su cultura y por ello no se rigen tan sólo a través de un alcalde autónomo. Los pueblos ancestrales tienen su propio sistema jurídico, no es un sistema de derecho consuetudinario (término omitido en acuerdos internacionales) sino que un sistema de normas similar al sistema jurídico occidental (el que imponen los Estados). 

Al no ser comprendido este sistema basado en la perspectiva y en la cultura, los grupos originarios no se sienten parte del Estado. Agrava la condición si la infraestructura que proyecta el Estado occidental está concentrada en las áreas mestizas y se excluye a los pueblos originarios. 

El sistema ancestral es de asambleísmo, de consulta y es una cultura del presente. El Estado tradicional formal occidental es, por el contrario, un constructo artificial "impuesto". Si la “cosmovisión” de “derecho” de los pueblos originarios no se logra entender por el Estado formal la solución del conflicto se dificulta. 

Por tanto, es prioritario llegar al diálogo considerando la naturaleza del Estado guatemalteco: El diálogo es entre autoridades ancestrales con la perspectiva propia de su cultura y se plantan frente a los representantes de una estatalidad que en el fondo no los representa. 

A lo largo de los años apenas hemos construido un Estado monocutural cuando en realidad es pluricultural, multiétnico y multilingüe. Nuestro texto constitucional no reconoce la dimensión étnico cultural del país: habla de comunidades pero no incluye el término "pueblos". 

Con estas diferencias ¿Cómo dialogamos si una cultura no entiende a la otra cultura? descifrar el idioma, cada palabra. 

Como inicio hay que saber diferenciar los términos presentados al inicio: 

Debate: Quienes participan escuchan con la finalidad de refutar las ideas y demostrar las fallas lógicas del argumento del otro. Al preguntar en el debate, se hace como un desafío retórico, una declaración disfrazada porque el interés es expresar un compromiso indeclinable con un punto de vista o idea. 

Diálogo: Quienes participan escuchan a los demás con la finalidad de conocer y comprender las creencias e intereses de otros para encontrar una comisión. Las preguntas se plantean con la intención de genuina curiosidad. Los participantes hablan como individuos, expresan lo que piensan para generar confianza. 

Condiciones mínimas para el diálogo: seguridad (sitio neutral), un mediador y testigos de honor que garantice la búsqueda de soluciones. 

En Política la forma es el fondo. 

La técnica para un buen diálogo es buscar mecanismos de reconciliación, mediante  el surgimiento de intereses reales y concretos. Al conocerlos entonces se logra dialogar. Partimos de niveles de asimetría de poder formal frente a un poder representativo pero que no se entiende. El poder social es representativo. 

El poder político ancestral no está considerado o incluido en los códigos legales del Estado. 

Los valores del poder social representativo (originario) son: verdad y entendimiento mutuo. Se usa el término verdad en vez de justicia; reparación en vez de castigo. 

Para lograr un dialogo efectico entre Operadores de justicia oficial con grupos sociales representativos indígenas es necesario entender que se está entre dos "fuentes de derecho" pero una sola finalidad. Para el proceso de diálogo en la cultura maya, hace falta flexibilidad para comprender por qué piensan desde su perspectiva. 

El bien común es para todos.




jueves, 5 de octubre de 2023

El desmoronamiento de un tribunal constitucional


Sobre la resolución de la Corte de Constitucionalidad de este día.

El pueblo ostenta la soberanía del Estado de Guatemala.

Las instituciones del Estado no pueden "de forma avalorativa y amoral pretender regir los destinos"* de los habitantes del Estado.


En cambio "son instrumentos de servicio y deben mediar como árbitro en la colisión de derechos entre ciudadanos"* y no dictando resoluciones ideologizadas, sesgadas y que responden a intereses de grupos de poder que ejercen autoritarismo "ilegal desde la legalidad", sustentados en considerar a nuestra Constitución como una simple ley positiva que interpretan de manera contraria a lo que en realidad es: "un pacto social de derechos naturales racionales de un pueblo preexistentes a la fundación de Estado mismo"*.

La Corte de Constitucionalidad ha echado por tierra hoy la jerarquia normativa que categoriza las normas jurídicas para determinar cuál predomina. 

La Corte de Constitucionalidad ha desvalorado y desestimado la voluntad de un pueblo de luchar por sus derechos, discriminando y menospreciando su fervor cívico, su nivel de educación y hasta por su origen étnico.

Simplemente razonaron: no se atreverán a más.

Espero se hayan asegurado de tal alcance pues se corre el riesgo de perderse vidas humanas.

Los funcionarios y empleados públicos deberían limitar sus acciones en el ejercicio de su función al "imperio de los derechos naturales"* y todas las instituciones defender la constitución mediante interpretaciones legitimadas y justificadas éticamente con base a esos derechos naturales constitucionales. 

No hacerlo generaría, como en este caso, un conflicto constitucional de carácter jurídico que representa una contravención a los conceptos elementales de interpretación y aplicación de normas jurídicas, al emitir resoluciones "vacías de contenido que implican simples hipótesis prescriptivas para ordenar, prohibir o autorizar actos sin legitimación ética de los valores morales y derechos naturales del pueblo establecidos en nuestra constitución"*.


https://twitter.Faillace... opinión.


*(Gutierrez, 2022)

jueves, 21 de septiembre de 2023

Coyuntura política

Programa ConCriterio, radio fabulosa del 19 de septiembre de 2023.

Entrevista al Lic. Eduardo Mayora

Las medidas legales iniciadas por Semilla ¿pueden detener las acciones del MP para suprimir el partido y que también buscan evitar que el binomio tome posesión en enero 2024?

Minuto 58:00 Sí. Pueden detener o por lo menos modular y colocar en su justa dimensión las acciones del MP.

Si el TSE ya declaró un presidente electo ¿eso puede revertirse?

Minuto 59:30 La máxima autoridad en materia electoral que no está supeditada a órgano alguno es el Tribunal Supremo Electoral. Entre sus atribuciones está declarar la validez de las elecciones y a quienes resulten electos. Como eso ya ha ocurrido: no hay marcha atrás.

¿Se puede a través de amparos cesar a la fiscal general?

Hay reglas en la ley orgánica del MP que es importante se respeten. Sólo se puede con base a una causa legal. Lo que debiera ocurrir es que los tribunales de justicia, fijándose en el espíritu de la ley y la constitución, deberían ponerle límites al ejercicio de funciones del MP para que se conduzcan con razonabilidad y realización de los fines del derecho.

¿Qué motiva la actuación del MP en esta crisis?

Objetivamente, la sustancia de las denuncias hechas al MP no son de suficiente fundamento como para generar acusaciones e investigación si estas acciones se comparan con el hecho de que ya existe un resultado oficial de las elecciones y que esto representa la democracia del país. Una denuncia puede hacerse pero si producirá diligencias que generen incertidumbre contra un proceso del que depende la gobernabilidad del Estado se puede decir que no es proporcional al efecto negativo que puede causarle a la democracia.

Respecto al rechazo a la fiscal general ¿en qué posición queda un MP incluso señalado por la OEA?

Hay cargos en el Estado, como un ministro, que toman decisiones y formulan políticas públicas. Si uno de estos funcionarios sufre este desprestigio, lo normal en una institucionalidad madura es que renuncie a su cargo. Pero hay cargos que están para hacer valer las leyes y no conocen materia de políticas públicas o no suponen decisiones, como el fiscal general. 

En este caso, puede no ser una forma adecuada medir a un fiscal por conceptuación política o su popularidad, pero este fiscal debe ejercer sus funciones dentro de la razonabilidad y realización de los grandes fines del derecho. El límite de esas funciones lo definen los tribunales de la república. Estos tribunales moderan y vuelven al cauce de la razonabilidad las acciones del fiscal.


Escuchar programa aquí

 

viernes, 1 de septiembre de 2023

Coincidió con el aniversario de sus 150 años de fundación

Yo celebro el primero de septiembre haciendo una reflexión personal.

En Guatemala el primero de septiembre es una fecha que no pasa desapercibida para todo militar en activo o en retiro. Es el aniversario de fundación de la Escuela Politécnica desde 1873, academia militar de formación de oficiales.

Su fundación estuvo inspirada en los modelos de disciplina, formación y tradición de los ejércitos europeos de finales del siglo XIX. El pensamiento de la época estaba influenciado por los acontecimientos mundiales e ideales de libertad de los últimos 100 años antes de la fundación de la Escuela Politécnica en 1873: la independencia de Estados Unidos y la revolución francesa.

Pero también el mundo había visto como Napoleón Bonaparte luego de haber respondido al ideal de libertad e igualdad, rápidamente cambió y se proclamó emperador. Esto a criterio de Coox da a entender que todo el movimiento tenía un trasfondo de intereses de élites.

El don innato de la estrategia de guerra de Napoléon y el aporte científico a la planificación militar que planteó un joven militar alemán que luchó contra él: Clawsewitz, abrieron el campo para lo que se empezó a llamar “el arte y la ciencia” de la guerra y trajo una revolución en términos de profesionalización militar en Europa.

Por desagradable que suene a admiradores de Napoleón (yo soy uno de ellos), el bonapartismo volvió a ideas de “hombres superiores a otros”. La autoridad imperial estaba inspirada en el antiguo imperio romano: ley del emperador, el derecho del soberano, el código napoléonico en vez de la constitución.

Siempre en este período de 100 años antes de la fundación de la Escuela Politécnica, Saint-Simon y Augusto Comte plantearon el paradigma epistemológico del positivismo desde las ciencias naturales: escéptico ante las ideas, el positivismo propuso que toda verdad debe ser comprobada mediante experimentación. Si no se ve no existe. Esto contravino al mundo de las ideas, la metafísica, impulsada desde los tiempos de Sócrates, Platón y Aristóteles pues los valores como la justicia no existen físicamente, sólo en las mentes de las personas y se materializan sólo a través de las acciones de las personas (Gutiérrez).

La escuela exegética de Francia trasladó el positivismo al derecho y surgió el positivismo jurídico decimonónico tradicional exegético francés: La ley es el derecho no importando su contenido. Quedó imposibilitado desde esta corriente el poder razonar si una ley es antiética o injusta… es ley y por tanto: derecho.

En la lógica del positivismo jurídico, si la ley la decreta un poder legislativo a quien el pueblo cedió su soberanía se interpreta que las leyes son soberanas. Surgió el “imperio de la ley” mediante el aforismo de origen romano “dura lex, sed lex” (la ley es dura, pero es ley). El pueblo ya no es libre sino súbdito de la ley y se negó la posibilidad de vinculación entre moral y derecho. Argumentó que la moral se ubica en el ámbito de las ideas, que no son cosas físicas, y por lo tanto no existen. Así, el positivismos jurídico concluyó que no se puede justificar la ley con valores axiológicos, sólo vale la ley promulgada y escrita.   

De esta forma, se estableció que las normas jurídicas escritas por humanos sí son positivas porque existen en documentos y se pueden percibir (leer). A partir de este principio positivista el juez debe aplicar las normas sin que interfieran juicios morales. Una norma vacía y carente de moral pero calificada como positiva debe aplicarse al hecho cometido.

El positivismo jurídico amenazó los ideales de libertad e igualdad que evolucionaron desde Platón, Aristóteles, Rousseau y Kant que conformaron un iusnaturalismo racional práctico que inspiró la independencia de Estados Unidos y la revolución francesa.

De las más grandes tragedias que originó el positivismo jurídico fueron las leyes alemanas de la superioridad de la raza aria en Alemania, el holocausto judío que se hizo con base a "la ley", la esclavitud en Norteamérica y leyes que promovieron la discriminación racial como el apartheid y otras tragedias, todas del siglo XX.

En el proceso electoral de 2023 en Guatemala se están aplicando criterios de esta corriente de conocimiento. El pueblo votó, eligió, pero sectores interesados acuden a la ley para iniciar procesos sobre hechos que supuestamente llegarán a comprobar algún proceso contrario a la ley cometido por el partido político ganador de las elecciones. Objetivamente desde esta corriente epistemológica del derecho procede realizar una investigación, pero evaden los artículos 152 y 154 de la Constitución Política de la República de Guatemala en donde se hace diferencia entre “constitución y Ley”. La Constitución no es una ley más, es el pacto social del cual se deriva la ley. La constitución deposita la soberanía en el pueblo (artículo 141). El pueblo votó y eligió. Ninguna persona es superior a la ley, pero ninguna ley es superior a la constitución y el pueblo, depositario de la soberanía ha decidido.

Hobbes había postulado en el Leviatán que “la ley la crea el Estado y sobre la ley nada ni nadie… el contrato social de Hobbes dictó una sumisión del pueblo al Estado” (Santillán). En el contrato hobessiano nada es superior al imperio de la ley, los individuos deben renunciar a su libertad y la seden. El enfoque positivista busca control y poder. Las normas positivas se encargaron de ordenar al Estado y facilitar que lo condujeran, según ellos en ese tiempo, sólo los capaces.

Gutiérrez sostiene que la soberana es la constitución, no la ley. Por ello la supremacía de la constitución sobre la ley. En el positivismo jurídico la moral desapareció del derecho y surgió el imperio de la ley (positivismo jurídico sin interferencia moral-racional). Nada es superior a la ley, ni siquiera la razón.

En la misma época, Hegel planteó el idealismo absoluto. Este concepto parte del razonamiento de la necesaria transformación de cada individuo para entender la realidad para “llegar a ser” y definir así sus acciones individuales (Gutiérrez). Para Hegel lo real se percibe al contraponerlo con una “negatividad” que determina el contenido y movimiento de lo real, es decir, lo real por sí sólo no es suficiente para determinar la verdad, es necesario contraponerlo con contradicciones recíprocas y así poder analizarlo. Así nació la dialéctica.

La realidad es resultado de analizarla con sus relaciones dialécticas (recíprocas o contradictorias). Se llega a la realidad al contrastarla con las circunstancias a su alrededor. Rocha citando a Carpio lo expresa “encuentro lo que soy en relación a lo que no soy… las cosas no tienen realidad más que en y por sus relaciones recíprocas” (Gioscia).

Esto era parte del pensamiento político que regía cuando se fundó la Escuela Politécnica. Corrientes epistemológicas que surgieron desde 100 años antes de su fundación. Pero aún venían otras variantes de conocimiento que también incidirían en la formación hasta hoy. Era importante resumir el planteamiento de Hegel por lo que provocó: Pensadores hicieron su propia interpretación del "método dialéctico aplicado a la realidad” dando paso al materialismo dialéctico donde destacaron autores como Karl Marx y Friedrich Engels (Gioscia).

El Materialismo dialéctico planteó que la realidad era un proceso que produce cambio constante y donde las contradicciones producen lucha entre contrarios que llevan al reemplazo de una realidad por otra que se estructuró en la lucha de clases (Gutiérrez). Marx propuso transformar la realidad evolucionando desde el capitalismo al Estado original de naturaleza a través de una lucha de clases que evolucionara desde el capitalismo, pasando el socialismo (gobierno del proletariado) y luego al comunismo (estado de naturaleza original).

Friedrich Nietzsche postuló que existen hombres superiores y hombres inferiores; una minoría de individuos con capacidades distintas y superiores frente a “individuos de un colectivo genérico”. En Nietzsche la minoría “viven para dirigir a los demás y engendrar valores, pero no lo hacen por sí mismos, sino conducidos por la voluntad de poder”. Darwin postuló que los humanos son primates evolucionados pero no todos evolucionan igual. Galton y la teoría de las razas humanas; Freud postuló que hay seres humanos que nacieron para producir el “homo económicus” y otros que son sólo para reproducirse el “homo sexualis”.

Volviendo al tema central de esta reflexión, estos eventos históricos transcurrieron a lo largo de aproximadamente cien años hasta la fundación de la Escuela Politécnica en 1873. Todas las ideas influirían en la formación de oficiales militares y la profesionalización del ejército de la época.

Si se analiza con alguna irreverencia tradicional los resultados de la independencia de Guatemala en 1821 y los resultados de la revolución liberal de 1871 (que fundó la Escuela Politécnica), se puede argumentar que se buscaba el poder porque unos se consideraban más capaces que otros, ideas filosóficas que ya se comentaron. En ambos eventos hubo una mayoría considerada marginal o inferior y que por tanto no tuvo participación relevante al organizar el Estado. Esto dio origen a los discursos de discriminación contra sectores como el indígena y el mestizo en estado de pobreza.

Todas las ideas llegaron como embudo a las mentes absorbentes de los jóvenes cadetes de la Escuela Politécnica, a donde en sus inicios sólo accedían aspirantes con rasgos físicos estándar para lo que se deseaba. El cuerpo de oficiales, por ley, siempre respaldó la autoridad del Estado. Un Estado "elegido supuestamente” por el pueblo soberano y organizado con la influencia del positivismo jurídico.

El entrecomillado "elegido supuestamente" intenta llamar la atención a hechos históricos sobresalientes de la historia de Guatemala que comenzaron a vivir los oficiales que se graduaban: las ideas secesionistas de finales del siglo XIX conflicto del Estado de los Altos, el magnicidio de Reyna Barrios, la dictadura de Manuel Estrada Cabrera y la elección continuada con apoyo del congreso del gobierno de Jorge Ubico Castañeda finalizado en 1944 con otra revolución.

Setenta y un años de existencia de la Escuela Politécnica en los que, según mi interpretación, la formación politécnica, con rasgos militares disciplinarios de formación originados en la Prusia del siglo XVII y temor por severas sanciones draconianas que buscaban con algo de éxito emular la dureza de Dracón de Atenas, era el poder real que mantenía a una élite que permaneció siempre en las sombras pero detentando el poder. Oficiales y cadetes fueron fusilados por conspirar contra la dictadura opresora de Manuel Estrada Cabrera a inicios del siglo XX. Existía un trasfondo de intereses de élites de preservarse en el poder. Muy similar a lo que sucedió en la Francia napoleónica postrevolución.

Por estas correlaciones de poder se dio en Guatemala una revolución cívico-militar en 1944. Los Generales graduados en aquella Escuela Politécnica se conformaron, en mi respetuosa opinión, a permanecer de alta hasta los 65 años de edad con las prebendas que el poder – civil – les otorgaba en esta condición (Ubico no era militar de carrera) a cambio de mantener el estatus quo.

Pero la revolución de 1944, llamada “la primavera democrática” significó que en el ejército se conformara el consejo superior de Defensa integrado por el Alto Mando del Ejército, comandantes de cuerpo y oficiales electos por votación secreta de la oficialidad del ejército (de todos los grados/rangos militares). Este consejo analizaba y dictaminaba la política militar a seguir y podía inquirir o cuestionar al Alto Mando del Ejército de ser necesario. Se conformó una institución armada con un Alto Mando fiscalizado por representantes de los oficiales de diferentes grados militares. (Nuila Hub).

Pese a este avance en la conducción que los politécnicos mismos de la revolución habían innovado ya como parte del cuerpo de oficiales, en 1954, cuando ocurrió un movimiento mercenario contra la revolución, sólo los jóvenes cadetes de aquella Escuela Politécnica intentaron hacer frente a los invasores (Wer). Esa si fue una defensa del territorio, pero los cadetes fueron derrotados pues los mercenarios invasores tenían el apoyo de nacionales civiles, militares e intereses extranjeros.

Seis años después en 1960, en el apogeo de la parte de la historia mundial conocida como “guerra fría” surgió un movimiento militar de indisciplina que otros seis años después degeneró hasta desencadenar un enfrentamiento armado interno en Guatemala. Politécnicos henchidos de valores como honor y lealtad se alzaron por la desconsideración del Presidente Ydigoras, General retirado desde la revolución de 1944, que mantenía un estado tal de corrupción que afectó el bienestar de las tropas en los cuarteles (Nuila Hub)

Militares como Yon Sosa, habían asistido a cursos militares en Estados Unidos en el marco de la seguridad continental en plena guerra fría, estaban consientes de la lucha global entre grandes bloques por lo que el levantamiento del 13 de noviembre de 1960 nunca tuvo una motivación ideológica en sus inicios sino de indisciplina a causa de la inconformidad que la corrupción repercutía en el mal equipamiento y condiciones de los soldados.

La formación militar en la Escuela Politécnica continuó. Siempre efectiva y en defensa de la constitución aplicando aquellos valores, que ya no eran prusianos ni draconianos, sino propios y de origen guatemalteco, ya habían transcurrido 87 años de nuestra alma mater castrense. Sin embargo los dilemas éticos en los grados altos y de mando del ejército seguían suscitándose. La dignidad y el honor al cumplir las operaciones durante el conflicto armado que existía, golpes de estado de militares contra militares, "4 juntas, 7 triunviratos en sesenta y tres días" de 1954 (Ardón); golpes de estado en 1957, 1963,1982,1983 con el común denominador de insubordinaciones, ilegalidades, ansia de poder y corrupción identificada entre los mismos militares. Todo el poder se traspasó a través de triunviratos en donde por lógica estando al mismo nivel jerárquico, cada uno quiso su cuota de poder.

A lo largo de toda la historia de los politécnicos, los rangos de oficiales subalternos (tenientes, capitanes incluso mayores, conservan y practican sus valores. Pero ha habido militares que parecieran variar o desechan sus valores cuando llegan a los cargos de poder. La historia está allí. "¿es posible el trabajo en equipo cuando se está en la cúspide?" (Ardón).

Suficiente historia de hechos sirvieron para formar una doctrina democrática que logró oficializarse en 2003, siete años después de aquellos acuerdos de paz que pusieron fin al enfrentamiento armado interno.

La formación militar originada en doctrina anticomunista permaneció desde 1954. 

Pero a partir de 1985 en la actual constitución el tema transversal son la libertad y los derechos humanos. 

En la historia de la formación de oficiales en la Escuela Politécnica es difuso el momento en qué rango de promociones se transforma el énfasis en la necesidad de una doctrina de seguridad contra una amenaza ideológica en el marco de la guerra fría y el cambio hacia la formación militar en una era de Estado democrático, que preserva las libertades y los derechos humanos. 

Los resabios de aquel férreo adoctrinamiento de lucha entre ideologías aún permanecen en mentalidades de profesionales militares graduados antes de la firma de la paz. 

Afirmo esto, porque en pleno 2023, en la celebración del aniversario de fundación de la Escuela Politécnica, formación que defiende los valores democráticos y politécnicos, se pronunciaron consignas y hasta oraciones por parte de militares en retiro (hijos también de la Escuela Politécnica) que se percibieron contrarios a la voluntad de un pueblo, soberano. Llegaron a consignar que impedirían la asunción al poder de las autoridades electas.

Veo ciudadanos civiles y militares en retiro que inspirados en las ideas positivistas decimonónicas parecieran abandonar el iusnaturalismo racional práctico kantiano que predomina en nuestra constitución actual.

Me hacen suponer esas consignas expresadas durante la alborada: inconformidad con una elección libre del pueblo. Pero lo peor es que pareciera que a más de veintiséis años de haberse firmado la paz, existe la creencia en un segmento de los militares jubilados o retirados de que hay una amenaza de algún tipo de ideología. 

Nunca será una amenaza lo que el pueblo elige. Es sólo, de nuevo, el interés y manipulación de intereses de élites de poder, llamadas hoy corruptas y que desean mantener el status quo de los últimos años.

El problema de Guatemala no son los temas de la revolución cultural globalista, el problema de Guatemala es la corrupción y las maniobras por hacerse del poder para continuar con ella (MG Álvarez). Parte de la estrategia para hacerse del poder es obtener el apoyo de los militares. Siempre ha sido así.

En mi concepción de las cosas en este momento coyuntural de crisis electoral, me resulta incomprensible como es posible ponerse “firmes”, frente a la bandera, dentro de la antigua Escuela Politécnica que nos formó, invocar los valores y el juramento del oficial militar guatemalteco, pero a la vez, estar totalmente en contra de la voluntad soberana de un pueblo que por medio del voto, eligió a los gobernantes de dos poderes del Estado mediante proceso de elecciones libres, legales, no fraudulentas.

De cómo es posible me pregunto, plegarse a un discurso originado en principios positivistas sin ser capaces de hacer uso de razón propia para concluir que una ley positiva no puede ir en contra de la razón y comprender y aceptar que un pueblo votó y eligió.

Un militar jubilado tiene el derecho de participar en política para seguir sirviendo a su país, y se encuentra en el libre ejercicio de sus derechos ciudadanos para elegir la agrupación política en la que cree. Pero cómo es posible me pregunto, no ser definidos en su postura política e ir de una agrupación a otra según conveniencia. Militares jubilados que por años criticaron, por ejemplo, las política sociales del gobierno de 2008 a 2012 y ahora en 2023 hasta se sacan fotografías con la candidata a la vista de todos los que fueron sus subalternos, con la esperanza de que les arrojen algún cargo como fuente de trabajo, incapaces de obtener un empleo en la iniciativa privada o formar su propia empresa. O bien, de cómo politécnicos que llegaron en algún momento a maldecir a la misma candidata por su supuesta ideología, ahora por conveniencia e interés se prestaron a firmar alianzas y convenios ante el escarnio de civiles y militares, no por ejercer un derecho cívico ciudadano, sino por la procacidad de mutar por ambición.

Están en su derecho de cambiar en su tendencia académico-ideológica pero no migrar a conveniencia según interés u ofrecimiento de pago/cargo. 

Y en todo caso, sin importar a que partido político apoye, un militar debería instar y asesorar a quienes sigue para aceptar la voluntad del pueblo en las urnas. 

Contra la voluntad del pueblo no vale la palabra del político, no vale el criterio jurídico del abogado, no vale la palabra del profesional civil o militar, lo único que vale es la voluntad soberana del pueblo.

Y por ello me pregunto cómo será la celebración de este primero de septiembre, -- cuando lo que se hace es reflexionar sobre el honor, la virtud y el deber -- para estos militares jubilados que menciono. 

Y cómo será la celebración para aquellos que han abrazado las mieles que ofrece la organización y participación en el crimen organizado, qué significa para ellos los valores politécnicos. 

Y también me pregunto como es la celebración para aquellos militares en activo con cargos de comandantes y jefes que en 2023 citaron oficiales bajo su mando para proclamarse elegidos de alguno de las veintitrés organizaciones políticas que participaron en la primera vuelta electoral para alcanzar el poder ejecutivo y les instaron -- a sus subalternos -- a contribuir financieramente y que les siguieran porque de ganar las elecciones les otorgarían privilegio o recompensa.

¿Cómo pueden los ciudadanos aludidos invocar el himno de la Escuela Politécnica en una fecha como hoy? ¿Cómo querer celebrar junta a ellos?

Se estremece la madre Escuela Politécnica, alma mater castrense, en el momento que uno de sus hijos se opone o se une a desestabilizar el resultado de la voluntad popular. Se producen fisuras en los cimientos de sus “ocho palabras” al siquiera pensar o planear el extremo del magnicidio.

De cómo es posible me pregunto, no poder valorar una reciente entrevista donde el Presidente Electo ha afirmado que a cuatro meses y medio de asumir la presidencia -- contrario a otros períodos electorales -- no ha hablado con ningún militar en servicio activo para no caer en la politización del ejército sienso de esta forma coherente con lo que él mismo ha criticado en sus postulados académicos. 

Es el mismo presidente electo -- de quien tanto se dice y se teme de su ideología -- quien más protege los valores politécnicos con su actitud.

Hay militares jubilados integrantes de las generaciones anteriores a la firma de la paz -- incluso civiles -- que inexcusablemente siguen identificando en sus “apreciaciones de la situación” al mismo enemigo ideológico. 

De nuevo: no hay enemigo en lo que el pueblo ha elegido.

Así no se celebra el primero de septiembre aniversario de la Escuela Politécnica y lamentablemente estas actitudes también son de formación. Ciudadanos militares que no lograron adaptar su entendimiento, no migraron desde su adoctrinamiento hacia las coyunturas actuales, nacionales e internacionales.

De lo que no cabe duda es de la formación politécnica que afortunadamente empezó a cambiar desde la firma de la paz. 

Afortunadamente, una nueva formación se refleja en las generaciones de militares en servicio activo graduados a partir de entre 10 y 15 años después de la firma de la paz. Y eso debe también inspirar confianza en su ejército a los ciudadanos y ciudadanas creyentes en la democracia, los valores de libertad, el progreso y la promulgación legislativa en favor de la igualdad.

Los militares actuales, difícilmente se organizarán para romper el orden constitucional a menos que vean amenazada la constitución que juraron defender, difícilmente usarán su arma en contra de ciudadanos que protestan legítimamente porque autoridades civiles legalmente constituidos no quieren respetar una voluntad expresada en elecciones libres.

Los militares en activo de hoy difícilmente se plegarán a intereses de elites o grupos de poder que les utilicen como instrumento de acción y protección.

Por ello el cuerpo de oficiales en activo de hoy puede celebrar con todo orgullo y dignidad este primero de septiembre; y también todos aquellos jubilados que comprenden la preeminencia de la constitución que representa la voluntad del pueblo y no de un grupo pequeño de civiles que se basa en interpretación a su antojo interesado de la ley.

El cuerpo de oficiales en activo de hoy es esencialmente apolítico, obediente y no deliberante, se conduce y se entrena a base de disciplina para ubicarse al servicio de su pueblo y el pueblo confía en ellos.

Los cadetes de todos los tiempos están hoy “en un férreo idealismo confundidos". Por ello es necesario pelear con "la pluma" en vez de "el fusil y la espada" que aunque listos para ser tomados en la mano para defender a la patria de agresión extranjera, jamás deberán ser levantados contra un pueblo que ejerce su derecho democrático mediante el voto. Algo con vigencia plena desde 1985, año en que se estableció nuestra actual constitución es el juramento del oficial al graduarse en la Escuela Politécnica que al analizarlo por precedencia de su orden dice así:

“Juro…

Ante Dios y por mi honor de soldado guatemalteco: Acatar la constitución, leyes y autoridades de la república; venerar y defender con mi vida la bandera de mi patria: símbolo de Guatemala, expresión de gloria y libertad”.

 "Tu bandera tendremos honrada defendiéndola siempre unidos con la pluma el fusil y la espada, en un férreo idealismo confundidos" (fragmento del himno de la Escuela Politécnica).

Feliz 1º de septiembre, fecha de fundación de la Escuela Politécnica y día de la dama y el caballero cadete a todos aquellos militares en activo y en retiro que como hijos predilectos del honor, el deber y la gloria, son dignos y estoicos en aceptar la voluntad popular del pueblo al que sirven expresado en elecciones libres.

sábado, 19 de agosto de 2023

Sobre liberalismo y neoliberalismo

 

UNIVERSIDAD DE OCCIDENTE.  Programa de Doctorado

Nombre del Doctorando: Ismael Alejandro Cifuentes Bustamante

Filosofía Social de Mises

Abstract No. 01   Fecha: 10 de agosto de 2020   cifuentes.lic@gmail.com

 

 

Literatura sobre el liberalismo y neoliberalismo

Autor: Ludwig Von Mises, economista austriaco

 

Aspectos que aborda la lectura:

 

       La lectura titulada “El liberalismo” es una reproducción de la introducción del tomo 1 del libro “Sobre liberalismo y Capitalismo” de Mises, realizado a iniciativa de la Revista Apuntes del CENES[1] con el objeto de ilustrar sobre “adulteraciones, exageraciones ideológicas” y verdades a medias de origen neoliberal moderno sobre las ideas originales del “viejo liberalismo de estirpe anglosajona”.

 

Mises inicia su ensayo diciendo que los sistemas políticos nunca permitieron que funcionara el liberalismo a plenitud[2]. Sin embargo, el liberalismo logró considerable desarrollo económico que benefició no sólo a privilegiados sino a obreros también. Todas las personas sujetas del mismo derecho. El liberalismo original es de aplicación a la vida social.

 

Es un artículo de defensa del liberalismo frente a cinco argumentos antiliberales, pero reconoce que la estrategia económica capitalista puede excluir la totalidad de sus principios originales. La defensa del liberalismo se aborda por momentos con mordaz invectiva por el hecho de tener ideas diferentes[3].

 

Temas centrales que pretende destacar el autor:

 

Mises aclara que el liberalismo produce bienestar material y la satisfacción llega a través del mundo externo; esto es por medio del trabajo. Una política económica puede empobrecer o enriquecer pero no puede atender felicidad o necesidades metafísicas individuales porque estos últimos brotan de lo que el individuo aprecia.

 

El liberalismo es racional en el sentido que el individuo debe entender que le conviene  adiestrarse, trabajar y producir.

 

El autor pretende aclarar que el liberalismo no busca beneficiar sólo a determinada clase social. En cambio, propugna el bien común como objetivo. El socialismo por el contrario propugna el bienestar general como un medio.

 

Un tema central es el error antiliberal en asociar los conceptos de liberalismo y capitalismo con la imagen de pobreza. Los principios capitalistas como política económica que se aplican en un Estado son independientes de los principios del liberalismo clásico. Muchas veces el régimen capitalista sólo aplica de forma parcial la política económica liberal cuando en realidad, todo el progreso industrial se orienta al enriquecimiento y progreso de la gente humilde.

 

La oportunidad para empresarios y capitalistas de enriquecerse se alcanza atendiendo en la mejor manera posible las necesidades de la gente. La sola intención de aprovecharse con influencias y sobornos tras la máscara del programa liberal, haría que otros empresarios defiendan su propio interés e impidan el escenario de corrupción.

 

El último tema central es: “sólo sobre la sólida base de la propiedad privada de los medios de producción se puede cimentar una organización acogida a la división social del trabajo” y la cooperación social. El hombre es el único responsable de su propio fracaso, pero el marxismo le miente diciendo que es la sociedad la culpable para aliviar cualquier sentimiento de inferioridad.

 

Juicio académico de la lectura:

 

Los principios racionales del liberalismo constituyen la base del desarrollo económico. Además, están ligados claramente con el principio de libertad. Estas verdades son incuestionables.

 

El respeto a la propiedad es pilar fundamental para la armonía social. Todos los gobiernos aplican los principios del liberalismo – como afirma Mises – en alguna medida.

 

Los países nórdicos aplican políticas socialistas, pero con amplias libertades que producen desarrollo; China, Rusia, Singapur y Corea del Norte mantienen restricciones a la libertad, pero existe marcada presencia de principios liberales en sus políticas capitalistas; países con políticas socialistas y bastante menos libertades como Venezuela, Bolivia y Cuba favorecen la industria con libertades condicionadas para que produzcan según su conveniencia estatal.

 

No se ve en Guatemala o en otro país un plan de gobierno que excluya la totalidad de los principios liberales clásicos. El único límite son los diferentes grados de restricción de libertades. Sin embargo, el debate que Mises aviva se ha mantenido y no es malo o antiliberal que los gobiernos busquen soluciones, que sin llegar a populismos, mantengan los principios liberales básicos para el desarrollo. En definitiva, está demostrado que un sistema socialista total no conduce al desarrollo.

 

El argumento de la desigualdad y la pobreza como medio de lucha para el fin socialista sucumbe ante el carácter racional de los principios del liberalismo. Sin embargo, el debate se mantiene y tiene a su favor que en los países en desarrollo tal desigualdad y pobreza es real y no relativa[4]. La pobreza no es una condición basada en aspiraciones de felicidad o alegría espiritual. Simplemente hay un segmento de individuos que no tienen – nacieron sin – oportunidad de ahorrar y propiciar su propia prosperidad. Sólo subsisten cada día.

 

La problemática la aborda el propio Mises en esta lectura. Antes que nada, reconoce que una característica muy común en los países con principios liberales es la medida política capitalista de proteger sectores empresariales, aunque casi justifica la existencia del monopolio. En segundo lugar, resalta la necesidad de solucionar la desigualdad desde un “reordenamiento social con base lógica” liberal.

 

Las medidas gubernamentales de proteccionismo – que conducen al monopolio – limitan la libertad para escoger en qué trabajar. Si los individuos tuvieran la opción de intercambiar bienes y servicios sin medidas legales – que protegen al gran industrial – que se los prohíba, trabajarían para proveerse sus satisfactores inmediatos. Pero ante la improbabilidad de tener esa opción no les queda otra opción que esperar en el populismo, bien maniobrado como medio por un socialismo con aparente búsqueda del bien común como fin, pero con claros fines políticos como objetivo real.

 

El resultado es conflictividad social. Una conflictividad que en un ambiente nacional donde los empresarios y políticos consientes son exigua minoría, aturdido por ambición mal concebida y corrupción presenta el laboratorio apropiado para realizar los propios fines políticos antes que el bien común.

 

Al individuo que padece la resultante desigualdad, falta de oportunidad y consiguiente pobreza no le queda más remedio que apoyar – a falta de educación – al que le tiende la mano con medidas demagógicas y sus consecuencias sociales. La riqueza producto del proceso de cooperación social en tales condiciones de país resultará a extremadamente largo plazo. Es riqueza relativa.

 

Liberar el comercio sin aranceles proteccionistas dará oportunidad a las personas en todos los estratos sociales en todo el territorio, para que libremente escojan en qué trabajar para proveerse sus satisfactores básicos, alejándolos de las tentaciones del populismo. Entonces sí, el principio de cooperación social de Mises empezará a hacer realidad el camino al incremento a la riqueza y el desarrollo general.

 

Zanotti explica que para cumplir con los postulados de Hayek y Popper del principio fundamental del libre intercambio de bienes y servicios hay que abrir el mercado y cesar las “protecciones, prebendas, privilegios, protecciones legales, subsidios y reglamentaciones estatales al comercio interno, hacia y desde el extranjero. Con arancel cero no hay monopolio”[5].

 

Al final, por causa del proteccionismo gubernamental en su política económica capitalista – en que aplica parte de los principios liberales – se resulta favoreciendo, en efecto, a un sólo sector. Esto provoca los argumentos antiliberales y aprovecha el desconocimiento de una población que nunca tuvo acceso a educación para discernir racionalmente si atiende o no al llamado populista.

 

Obviamente el liberalismo clásico y los argumentos de pensadores como Mises no son los culpables. Por el contrario, contribuyeron con la mayor parte de la solución pues persigue el bienestar general exponiendo la necesidad del trabajo individual que en conjunto resulta en cooperación social. Mises propone “organizar la sociedad de acuerdo con aquellas normas que en mayor o menor medida permiten alcanzar los fines a que el hombre aspira, meras cuestiones técnicas hay que abordarlas”. Allí está la respuesta, pero toca a los gobiernos y su actitud racional en favor del bien común encaminar hacia las reformas necesarias de país.

 

Si Mises diferencia al hombre de las bestias y por tanto en capacidad de crear un ordenamiento social con base lógica ¿por qué igual razonamiento no ayuda a reconocer que hay un segmento en extrema pobreza y buscar opciones racionales para que puedan trabajar y proveerse vestido alimento y un poco de ahorro?

 

Conclusiones

 

Los principios del liberalismo clásico constituyen el medio para la producción de riqueza y el desarrollo de un Estado. Es falso que sea el culpable de la pobreza y miserias múltiples.

 

La eliminación de políticas económicas proteccionistas que favorecen a sectores específicos creará oportunidades de trabajo a individuos de todos los segmentos sociales, disminuyendo la manipulación demagógica populista y consecuente conflictividad social.

 

Los intereses de las élites y sistemas de corrupción manipulan la realidad presentándola como una contienda ideológica, en vez de promover el libre comercio (arancel cero) que crearía oportunidades. Mientras, corrientes políticas suplen la necesidad de satisfactores con demagogia populista que al desposeído no le queda más que apoyar.

 

Cualquier filosofía diferente al liberalismo clásico agrava el estado de condición económica, producción de riqueza y desarrollo.

 

No todo el debate que parece antiliberal es populista o pretende emprender el camino hacia algún tipo de socialismo. No todo el debate se hace inspirado en sentimientos o cosmovisiones obviando la razón. El debate se debe a que se necesita abrir el mercado para crear oportunidades de trabajo a todos los sectores sociales en contraataque al populismo socialista.

 

Si se aceptaran como válidas las anteriores conclusiones quedan planteados dos problemas a resolver. El primero es que las élites acepten que la economía se abra y se permita libre comercio en el interior del país, hacia y desde el extranjero – arancel cero – obligando a los grandes productores que han gozado de protección legal a competir con millones de ciudadanos emprendedores que empezarán desde cero y que antes no podían. Segundo, prepararse para la discusión de si la soberanía nacional se viola por la inevitable demanda que habrá de productos extranjeros más baratos, costo resultante del beneficio que representará que personas, con economías hasta ahora de subsistencia, comiencen a generar riqueza y ahorro para inversión.

 

 



[1] La revista Apuntes del CENES es una publicación semestral desde 1981 de la Escuela de Economía perteneciente a la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas de la Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia. https://revistas.uptc.edu.co/index.php/cenes/about

 

[2] Ideas originales del liberalismo datan del siglo XV. Meléndez, G. Programa de doctorado filosofía de Mises. Julio 2020.

 

[3] Según este documento, Mises utiliza diferentes calificativos peyorativos para demeritar con sarcasmo, injuria y hasta burla los argumentos contrarios en su objetivo de defensa del liberalismo. Términos como “Infundado, postura errada, brota del resentimiento” son aceptables en el debate. Pero calificar criterios o posturas de “envidiosa malevolencia, irracional” constituye la misma actitud resentida que citica. Crear enfermedades mentales neuróticas a partir posturas de pensadores (complejo de Fourier) en clara burla calificándolos de psicópatas, débiles, “incapaces de seguir adelante, inmunes a la lógica, locos, de mente obscena”, genera un debate insano. Incluso hace escarnio de creencias místicas y religiosas. La validez del liberalismo clásico para el desarrollo económico actual es clara, cierta y se evidencia racionalmente. No hacía falta insultos que alejan del consenso para lograr el reordenamiento social con base lógica que él mismo propone.

 

[4] El Dr. Günter Meléndez, explica que la pobreza es relativa: Cualquier individuo de clase media es pobre comparado con un multimillonario. Dicha afirmación es cierta. Pero la realidad es que el acceso a satisfactores humanos que un individuo de clase media, aún siendo un pobre relativo puede proveerse, no se los puede dar a sí mismo alguien que se encuentra en real – y no relativa – extrema pobreza. (Conferencia Dr G Meléndez en Doctorado de Ciencia Política y Seguridad, de la Universidad de Occidente, Guatemala, el 27 de agosto de 2020).

 

[5] Zanotti, Gabriel, Instituto Acton, Argentina. Conferencia al Doctorado de Ciencia Política y Seguridad, de la Universidad de Occidente, Guatemala, el 5 de agosto de 2020.

Igualdad de oportunidades para el trabajo

 UNIVERSIDAD DE OCCIDENTE. Programa de Doctorado

Filosofía social de Mises. Proyecto final.

Ismael Alejandro Cifuentes Bustamante


PROYECTO FINAL

IGUALDAD DE OPORTUNIDADES PARA EL TRABAJO

Lunes 30 de noviembre de 2020


     En el concepto de la acción humana propuesto por Ludwig Von Mises el hombre escoge libremente cómo satisfacer sus necesidades, mejorar o incrementar su bienestar. Las personas definen sus fines que consideran serán de provecho para su subsistencia en el ambiente de medios a su disposición para lograrlos.

     No se trata de una acción pasiva y espontánea, sino que requiere de una percepción, análisis y libre decisión en que se elige la actividad y actitud a asumir para incrementar su riqueza por medio del trabajo.

     Sin embargo, las personas no siempre están en completa libertad de trabajar y producir en la decisión o el deseo que tienen una vez han analizado el ambiente en que podrían mejor aprovechar sus ventajas competitivas.

     Esto se debe a las normas legales que directa e indirectamente protegen monopolios de comercio de ciertos productos. Dichas normas no impiden a las personas elegir una actividad económica, pero les impone medidas que van desde requisitos hasta aranceles que, a una persona individual con poco capital para invertir, le resulta más costoso incursionar en el campo en el que tiene ventaja comparativa.

     Por ejemplo: vender al menudeo productos como bebidas, pollo o cemento requiere no sólo trámites sino el pago de aranceles de importación onerosos. Si una persona individual tuviera la libertad de importar sus productos al menudeo y vender en una localidad escogida, su riqueza y productividad aumentaría progresivamente.

     De esta manera se comprueba que existen normas legales que hacen más costosa la inversión a personas individuales con pequeños capitales para la actividad económica como las del ejemplo citado. Dichas normas en realidad protegen las personas individuales o corporativas con suficiente capital para mantener los productos en el mercado. Surge así el proteccionismo.

     Se defiende la medida proteccionista en defensa de la soberanía económica y comercial. Evitar que un producto de un país (vecino podría ser) invada con sus productos nuestro mercado, desplazando a los productores nacionales. Pero la dinámica del mercado también podría apuntar a que las personas en pobreza tengan una oportunidad para prosperar por el intercambio de bienes.

     El contrabando se produce precisamente porque hay segmentos de población con necesidad de trabajar que no tienen capacidad individual de pagar aranceles, puestos en protección de otros productos de los distribuidores y empresarios con grandes capitales. Una apertura total del mercado con impuesto proporcional, moderado e igual conforme al capital invertido permite generar trabajo, riqueza y a la vez genera ingresos para el Estado por medio de impuestos.

     El proteccionismo en cambio, tiende a convertirse en un mercantilismo del siglo 21 o en el argot popular guatemalteco: “capitalismo de los amigotes”, promoviendo, además del monopolio, una fuente de corrupción atractiva para grandes empresarios y funcionarios.

      La limitada educación no impide que las personas prosperen a través de negocios legítimos y emprendimientos individuales, pero no tienen acceso libre por restricciones legales vigentes de carácter proteccionista.

     Este fenómeno produce que partidos políticos opten por métodos populistas para captar seguidores, usualmente encontrados entre los que poseen menos riqueza por no tener libertad de emplearse en lo que en su apreciación le da la ventaja competitiva. El proteccionismo limita a la acción humana. Estos partidos, cuando logran su fin electoral de manera exitosa, no solucionan el problema. Su fin es continuar con el estatus quo a su manera.


PROPUESTA

     Una política pública cuyo objetivo será permitir que el individuo, por elección de su propio interés y fines, elija la actividad económica o trabajo para producir para sí mismo y sus fines. Para ello es necesario liberar el tráfico de mercancías en las fronteras, modificando las medidas legales vigentes con carácter proteccionista. Es necesario el ajuste tributario para que el impuesto siga recabándose, pero a tasas estándar, medida que incluso beneficiarán a los empresarios ya desarrollados financieramente.


Fases del proceso


  1. Presentación de la propuesta al ejecutivo.

  2. Delimitación geográfica: departamento de San Marcos

  3. Establecimiento de arancel preferencial

  4. Pronunciamiento del sector importador actual

  5. Registro de ciudadanos interesados en la SAT. Requisitos para participar en el plan piloto.

  6. Acuerdo gubernativo: regulaciones migratorias

  7. Presentación a autoridades mexicanas.

  8. Acuerdo gubernativo: regulaciones comerciales para aplicar los aranceles preferenciales

  9. Establece los productos del plan piloto: canasta básica 

  10. Municipalidades: ordenamiento territorial, puntos de venta.

  11. Controles sanitarios. Ministerio de salud.

  12. Métricas: nivel de importaciones y evaluación de rendimiento con colaboración de ciudadanos participantes voluntarios.  A cambio asesoría contable.


     Una política pública de este tipo liberará el mercado progresivamente conforme a los principios de la escuela austríaca, reducirá el contrabando, mejorará la seguridad, aumentará la libertad, el bienestar y el desarrollo. Evitará populismos y elevará el nivel de vida. Los grandes empresarios tradicionales, deberán aprender a competir con los nuevos microempresarios que surjan. Se diversificará el producto ofrecido al consumidor para que elija entre calidad y precio y se hace necesario el ordenamiento a nivel de gobiernos municipales por la proliferación de comercio, puntos de venta, transporte, sistema bancario. Las personas que deseen importar con la nueva política pública y sus beneficios habrán de registrarse en la Superintendencia de Administración Tributaria.

     Es necesario evaluar los argumentos de la pérdida de soberanía por una llamada invasión de productos. No sólo debe verse como invasión de producto extranjero, sino oportunidad para guatemaltecos comercializando productos que aumentan su riqueza y bienestar. Eliminar o ajustar las medidas hoy proteccionistas reducirá la hegemonía del Estado capitalista de los amigotes.

     La implementación del proyecto es factible y conducente. Será aceptable en la medida que exista voluntad política para empezar a desarrollar el plan piloto.


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