viernes, 8 de octubre de 2021

La vida de Maquiavelo una vez retirado de sus funciones diplomáticas

 Maquiavelo sirvió como segundo canciller en la ciudad-estado de Florencia de 1498 a 1512 durante el gobierno de Piero Soderini. Vivió las convulsiones políticas de Florencia: el gobierno Medici, ascenso de Savanarola, luego Soderini y la toma del poder nuevamente por los Medici en 1512 que provocó su retiro.

La siguiente tabla describe las actividades de Maquiavelo en su vida de retiro (la verdad estaba exiliado) tomadas de la guía de estudio de Juan Antonio Fernández Manzano "La filosofía política según Maquiavelo" (Madrid, 2015, página 3). 

En la segunda columna tiene una adaptación a una situación de retiro común del siglo XXI.

Epistolario privado de Maquiavelo *

Adaptación actual

“En mis tierras me estoy, y desde mis últimas desventuras no he permanecido, juntándolos todos, ni veinte días en Florencia”.

 

El personaje recién pasó a la situación de retiro (hoy también según el caso: jubilado)

“me levanto con el sol y me voy al bosque mío donde paso dos horas conversando con los leñadores”.

La vida en retiro no tiene mayores presiones ya, más que las autoimpuestas por la necesidad de tener la mente ocupada en algo que también contribuya a la causa por la que se trabajó tantos años. 

Usualmente el jubilado construye, organiza o improvisa un local, un área de su propiedad que simule la oficina o el centro de trabajo. Allí es el primer lugar que visita de mañana los medios de comunicación (los leñadores) le mantienen informado de donde desprende elementos de análisis para sus propias conclusiones de la situación imperante.

 

“Vuéltome del bosque, me voy a una fuente, llevo conmigo un libro, o Dante, o Petrarca, o uno de esos poetas menores, como Tibullo, Ovidio u otros; leo aquellas amorosas pasiones de ellos y con sus amores recuerdo los míos; y me distraigo un tanto en estos pensamientos”.

El jubilado no deja de estudiar. Se da cuenta que los años de trabajo y experiencia a penas fueron el inicio de un mundo de conocimiento por descubrir. 

Se recrea en varias fuentes bibliográficas a la vez, adapta los conceptos a la realidad actual y descubre la manera en que ha venido evolucionando su manera de pensar. 

Ahora tiene tiempo para comparar los pensamientos de otros con los propios. Se sorprende y comprueba de cuánta razón tuvo siempre, pero se sobresalta igual al convencerse de cuánto también se equivocó.

 

“hablo con los que pasan, les pregunto sobre las novedades de sus pueblos, escucho muchas cosas y voy conociendo sus gustos y caprichos. Regreso a la hostería, corrientemente allí están el mesonero, el carnicero, el molinero y dos panaderos. Con ellos me instalo todo el día a jugar a las cartas. Así remuevo el moho de mi cerebro y libero la amargura de mi suerte.

 

Un retirado que culminó su carrera en la cúspide, quizá lo asalta una que otra culpa ética. El que terminó sin pena ni gloria, quizá lo asalta la incertidumbre de preguntarse si acaso podría haber hecho más. El que terminó marginado lo asalta la amargura de entender que hombres en el ejercicio del poder lo perjudicaron hacia el final de su carrera. 

Pero la voluntad de servir a la sociedad no se disipa. Especialmente si el retirado se desempeñó como servidor público. 

Buscará la manera de seguir sirviendo, ya sea proveyendo bienes o servicios, por modestas ganancias. 

Unos emprenderán un negocio, otros como alguien me ha compartido, se dedicará a servir a su comunidad. Por ejemplo, como conductor de taxi, Uber o InDriver ¿Sabe usted – me dijo – cuánto comparten las personas sobre sus vidas, durante veinte minutos, con un desconocido? Están habidas de desahogarse, de obtener una opinión, un consejo o sólo ser escuchadas. 

La experiencia que se vive cuando una persona, de cualquier estrato social u ocupación, se siente segura y bien atendida por tu servicio comunitario produce inmensa satisfacción. 

Es una magnífica oportunidad de poder servir, entretenerse durante una parte del día y obtener algún ingreso extra. Más de una tesis de ciencias sociales se beneficiaría con los datos recabados a bordo de un Uber.

 

… y cuando llega la tarde, vuelvo a casa y entro en mi escritorio; y en el umbral de despojo de mi ropa cotidiana, llena de fango y de barro y me pongo mi ropa forense y real; revestido adecuadamente entro en las antiguas cortes de los hombres antiguos donde, recibo por ellos amorosamente, me nutre ese alimento, que es sólo mío y para el cual nací.

 Allí no me avergüenzo de hablar con ellos y preguntarles acerca de la razón de sus actos; y ellos me responden con benevolencia; y por cuatro horas no siento fastidio alguno, olvido mis cuitas, no temo a la pobreza, no me asusta la muerte: entero me transfiero a ellos.”

 

Por la tarde el jubilado reflexiona sobre lo vivido durante el día y lo acumula en su escritorio para un proceso de meditación y escritura. 

Caso este quizá, de aquel que no ha sido contratado. A veces cuesta que los empleen porque generalmente las empresas establecen en sus requisitos: no ser mayor de 45 años. Salvo un trabajo por emprendimiento empresarial iniciado en sus años de servicio público o un trabajo obtenido mediante una consideración especial por amistad o favor pendiente, un día es como éste. 

A lo mejor se cree que un ex alto funcionario pretende ganar grandes cantidades de dinero si es contratado, pero algunos solo desean servir y compartir la experiencia adquirida. 

A otros se les convocó a esferas del servicio público (de nuevo) pero las condiciones a lo mejor – tristemente – tenían implicaciones poco éticas y se declinó aceptarlo. 

Al final del día hay reflexiones de las lecturas, el estudio, lo compartido con personas, ciudadanos y ciudadanas comunes y trabajadoras. Llevan al análisis de todo ello a la luz de los acontecimientos nacionales y comienza esa interactuación con los autores, los críticos, los teóricos. 

Una que otra interactuación en las redes sociales basta para darse cuenta que muchas personas no comprenden el por qué de las cosas. Problemáticas explicadas en fundamentos filosóficos muy, muy antiguos. 

Este ejercicio diario genera conclusiones propias que nutren el entendimiento. Un jubilado sabe razonar asuntos de Estado… pero eso a nadie importa.

 

El retiro es un momento de la vida al que se llega cargado de experiencia y conocimiento, pero tan sólo es el inicio de una nueva etapa para compartir lo aprendido. Sólo que esta vez sin estar sujeto a restricciones sino con la libertad, la verdad, la objetividad y la imparcialidad que da la razón.

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