UNIVERSIDAD DE OCCIDENTE. Programa de Doctorado
Nombre del Doctorando: Ismael Alejandro Cifuentes Bustamante
Filosofía Social
de Mises
Abstract No. 01 Fecha:
10 de agosto de 2020 cifuentes.lic@gmail.com
Literatura sobre
el liberalismo y neoliberalismo
Autor:
Ludwig Von Mises, economista austriaco
Aspectos que aborda la lectura:
La
lectura titulada “El liberalismo” es una reproducción de la introducción del
tomo 1 del libro “Sobre liberalismo y Capitalismo” de Mises, realizado a
iniciativa de la Revista Apuntes del CENES[1]
con el objeto de ilustrar sobre “adulteraciones, exageraciones ideológicas” y
verdades a medias de origen neoliberal moderno sobre las ideas originales del
“viejo liberalismo de estirpe anglosajona”.
Mises inicia su ensayo diciendo que los sistemas
políticos nunca permitieron que funcionara el liberalismo a plenitud[2].
Sin embargo, el liberalismo logró considerable desarrollo económico que
benefició no sólo a privilegiados sino a obreros también. Todas las personas
sujetas del mismo derecho. El liberalismo original es de aplicación a la vida
social.
Es un artículo de defensa del liberalismo frente a
cinco argumentos antiliberales, pero reconoce que la estrategia económica
capitalista puede excluir la totalidad de sus principios originales. La defensa
del liberalismo se aborda por momentos con mordaz invectiva por el hecho de
tener ideas diferentes[3].
Temas centrales que pretende destacar el
autor:
Mises aclara que el liberalismo produce bienestar
material y la satisfacción llega a través del mundo externo; esto es por medio
del trabajo. Una política económica puede empobrecer o enriquecer pero no puede
atender felicidad o necesidades metafísicas individuales porque estos últimos
brotan de lo que el individuo aprecia.
El liberalismo es racional en el sentido que el
individuo debe entender que le conviene
adiestrarse, trabajar y producir.
El autor pretende aclarar que el liberalismo no
busca beneficiar sólo a determinada clase social. En cambio, propugna el bien
común como objetivo. El socialismo por el contrario propugna el bienestar general
como un medio.
Un tema central es el error antiliberal en asociar
los conceptos de liberalismo y capitalismo con la imagen de pobreza. Los
principios capitalistas como política económica que se aplican en un Estado son
independientes de los principios del liberalismo clásico. Muchas veces el
régimen capitalista sólo aplica de forma parcial la política económica liberal
cuando en realidad, todo el progreso industrial se orienta al enriquecimiento y
progreso de la gente humilde.
La oportunidad para empresarios y capitalistas de
enriquecerse se alcanza atendiendo en la mejor manera posible las necesidades
de la gente. La sola intención de aprovecharse con influencias y sobornos tras
la máscara del programa liberal, haría que otros empresarios defiendan su
propio interés e impidan el escenario de corrupción.
El último tema central es: “sólo sobre la sólida
base de la propiedad privada de los medios de producción se puede cimentar una
organización acogida a la división social del trabajo” y la cooperación social.
El hombre es el único responsable de su propio fracaso, pero el marxismo le
miente diciendo que es la sociedad la culpable para aliviar cualquier sentimiento
de inferioridad.
Juicio académico de la lectura:
Los principios racionales del liberalismo
constituyen la base del desarrollo económico. Además, están ligados claramente
con el principio de libertad. Estas verdades son incuestionables.
El respeto a la propiedad es pilar fundamental para
la armonía social. Todos los gobiernos aplican los principios del liberalismo –
como afirma Mises – en alguna medida.
Los países nórdicos aplican políticas socialistas,
pero con amplias libertades que producen desarrollo; China, Rusia, Singapur y
Corea del Norte mantienen restricciones a la libertad, pero existe marcada
presencia de principios liberales en sus políticas capitalistas; países con
políticas socialistas y bastante menos libertades como Venezuela, Bolivia y
Cuba favorecen la industria con libertades condicionadas para que produzcan según
su conveniencia estatal.
No se ve en Guatemala o en otro país un plan de
gobierno que excluya la totalidad de los principios liberales clásicos. El
único límite son los diferentes grados de restricción de libertades. Sin
embargo, el debate que Mises aviva se ha mantenido y no es malo o antiliberal
que los gobiernos busquen soluciones, que sin llegar a populismos, mantengan
los principios liberales básicos para el desarrollo. En definitiva, está
demostrado que un sistema socialista total no conduce al desarrollo.
El argumento de la desigualdad y la pobreza como
medio de lucha para el fin socialista sucumbe ante el carácter racional de los
principios del liberalismo. Sin embargo, el debate se mantiene y tiene a su
favor que en los países en desarrollo tal desigualdad y pobreza es real y no
relativa[4].
La pobreza no es una condición basada en aspiraciones de felicidad o alegría
espiritual. Simplemente hay un segmento de individuos que no tienen – nacieron
sin – oportunidad de ahorrar y propiciar su propia prosperidad. Sólo subsisten
cada día.
La problemática la aborda el propio Mises en esta
lectura. Antes que nada, reconoce que una característica muy común en los
países con principios liberales es la medida política capitalista de proteger
sectores empresariales, aunque casi justifica la existencia del monopolio. En
segundo lugar, resalta la necesidad de solucionar la desigualdad desde un
“reordenamiento social con base lógica” liberal.
Las medidas gubernamentales de proteccionismo – que
conducen al monopolio – limitan la libertad para escoger en qué trabajar. Si
los individuos tuvieran la opción de intercambiar bienes y servicios sin
medidas legales – que protegen al gran industrial – que se los prohíba,
trabajarían para proveerse sus satisfactores inmediatos. Pero ante la
improbabilidad de tener esa opción no les queda otra opción que esperar en el
populismo, bien maniobrado como medio por un socialismo con aparente búsqueda
del bien común como fin, pero con claros fines políticos como objetivo real.
El resultado es conflictividad social. Una
conflictividad que en un ambiente nacional donde los empresarios y políticos
consientes son exigua minoría, aturdido por ambición mal concebida y corrupción
presenta el laboratorio apropiado para realizar los propios fines políticos
antes que el bien común.
Al individuo que padece la resultante desigualdad,
falta de oportunidad y consiguiente pobreza no le queda más remedio que apoyar –
a falta de educación – al que le tiende la mano con medidas demagógicas y sus
consecuencias sociales. La riqueza producto del proceso de cooperación social
en tales condiciones de país resultará a extremadamente largo plazo. Es riqueza
relativa.
Liberar el comercio sin aranceles proteccionistas
dará oportunidad a las personas en todos los estratos sociales en todo el
territorio, para que libremente escojan en qué trabajar para proveerse sus
satisfactores básicos, alejándolos de las tentaciones del populismo. Entonces
sí, el principio de cooperación social de Mises empezará a hacer realidad el
camino al incremento a la riqueza y el desarrollo general.
Zanotti explica que para cumplir con los postulados
de Hayek y Popper del principio fundamental del libre intercambio de bienes y
servicios hay que abrir el mercado y cesar las “protecciones, prebendas,
privilegios, protecciones legales, subsidios y reglamentaciones estatales al
comercio interno, hacia y desde el extranjero. Con arancel cero no hay
monopolio”[5].
Al final, por causa del proteccionismo
gubernamental en su política económica capitalista – en que aplica parte de los
principios liberales – se resulta favoreciendo, en efecto, a un sólo sector.
Esto provoca los argumentos antiliberales y aprovecha el desconocimiento de una
población que nunca tuvo acceso a educación para discernir racionalmente si
atiende o no al llamado populista.
Obviamente el liberalismo clásico y los argumentos
de pensadores como Mises no son los culpables. Por el contrario, contribuyeron
con la mayor parte de la solución pues persigue el bienestar general exponiendo
la necesidad del trabajo individual que en conjunto resulta en cooperación
social. Mises propone “organizar la sociedad de acuerdo con aquellas normas que
en mayor o menor medida permiten alcanzar los fines a que el hombre aspira,
meras cuestiones técnicas hay que abordarlas”. Allí está la respuesta, pero
toca a los gobiernos y su actitud racional en favor del bien común encaminar
hacia las reformas necesarias de país.
Si Mises diferencia al hombre de las bestias y por
tanto en capacidad de crear un ordenamiento social con base lógica ¿por qué igual
razonamiento no ayuda a reconocer que hay un segmento en extrema pobreza y
buscar opciones racionales para que puedan trabajar y proveerse vestido
alimento y un poco de ahorro?
Conclusiones
Los principios del liberalismo clásico constituyen
el medio para la producción de riqueza y el desarrollo de un Estado. Es falso
que sea el culpable de la pobreza y miserias múltiples.
La eliminación de políticas económicas
proteccionistas que favorecen a sectores específicos creará oportunidades de
trabajo a individuos de todos los segmentos sociales, disminuyendo la manipulación
demagógica populista y consecuente conflictividad social.
Los intereses de las élites y sistemas de
corrupción manipulan la realidad presentándola como una contienda ideológica, en
vez de promover el libre comercio (arancel cero) que crearía oportunidades. Mientras,
corrientes políticas suplen la necesidad de satisfactores con demagogia
populista que al desposeído no le queda más que apoyar.
Cualquier filosofía diferente al liberalismo
clásico agrava el estado de condición económica, producción de riqueza y
desarrollo.
No todo el debate que parece antiliberal es
populista o pretende emprender el camino hacia algún tipo de socialismo. No
todo el debate se hace inspirado en sentimientos o cosmovisiones obviando la
razón. El debate se debe a que se necesita abrir el mercado para crear oportunidades
de trabajo a todos los sectores sociales en contraataque al populismo
socialista.
Si se aceptaran como válidas las anteriores
conclusiones quedan planteados dos problemas a resolver. El primero es que las
élites acepten que la economía se abra y se permita libre comercio en el
interior del país, hacia y desde el extranjero – arancel cero – obligando a los
grandes productores que han gozado de protección legal a competir con millones
de ciudadanos emprendedores que empezarán desde cero y que antes no podían.
Segundo, prepararse para la discusión de si la soberanía nacional se viola por
la inevitable demanda que habrá de productos extranjeros más baratos, costo
resultante del beneficio que representará que personas, con economías hasta
ahora de subsistencia, comiencen a generar riqueza y ahorro para inversión.
[1] La revista Apuntes
del CENES es una publicación semestral desde 1981 de la Escuela
de Economía perteneciente a la Facultad de Ciencias Económicas y
Administrativas de la Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia. https://revistas.uptc.edu.co/index.php/cenes/about
[2] Ideas originales del liberalismo
datan del siglo XV. Meléndez, G. Programa de doctorado filosofía de Mises.
Julio 2020.
[3] Según este documento, Mises utiliza
diferentes calificativos peyorativos para demeritar con sarcasmo, injuria y
hasta burla los argumentos contrarios en su objetivo de defensa del
liberalismo. Términos como “Infundado,
postura errada, brota del resentimiento” son aceptables en el debate. Pero
calificar criterios o posturas de “envidiosa malevolencia, irracional”
constituye la misma actitud resentida que citica. Crear enfermedades mentales
neuróticas a partir posturas de pensadores (complejo de Fourier) en clara burla
calificándolos de psicópatas, débiles, “incapaces de seguir adelante, inmunes a
la lógica, locos, de mente obscena”, genera un debate insano. Incluso hace
escarnio de creencias místicas y religiosas. La validez del liberalismo clásico
para el desarrollo económico actual es clara, cierta y se evidencia racionalmente.
No hacía falta insultos que alejan del consenso para lograr el reordenamiento
social con base lógica que él mismo propone.
[4] El Dr. Günter
Meléndez, explica que la pobreza es relativa: Cualquier individuo de clase
media es pobre comparado con un multimillonario. Dicha afirmación es cierta.
Pero la realidad es que el acceso a satisfactores humanos que un individuo de
clase media, aún siendo un pobre relativo puede proveerse, no se los puede dar
a sí mismo alguien que se encuentra en real – y no relativa – extrema pobreza.
(Conferencia Dr G Meléndez en Doctorado de Ciencia Política y Seguridad, de la
Universidad de Occidente, Guatemala, el 27 de agosto de 2020).
[5] Zanotti, Gabriel, Instituto Acton,
Argentina. Conferencia al Doctorado de Ciencia Política y Seguridad, de la
Universidad de Occidente, Guatemala, el 5 de agosto de 2020.
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