Hoy
compartimos e intercambiamos ideas con los compañeros del doctorado de UdeOnline
Universidad de Occidente el debate de los economistas de la década de
los 30s del siglo XX sobre la intervención del Estado en la economía.
Es
interesante la relación del liberalismo clásico con las posturas de Keynes,
Hayek y Mises.
Hay corrientes del liberalismo clásico que no aceptan ningún tipo de intervención y otras que sí moderadamente, por ejemplo Keynes apoya una
intervención por medio de invertir parte del erario público pero en casos excepcionales
y de manera temporal. Hayek prefiere que no se dé esta intervención pero sí en
casos especiales como el manejo de explosivos, el control de armas y otras
funciones delicadas para la seguridad, que en manos equivocadas o con intereses
particulares pueden atentar contra la población y su desarrollo. Mises es
totalmente radical y no acepta intervención del Estado de ningún tipo.
El Dr Hillermann (profesor) hizo importantes reflexiones para el tiempo actual en que
la pandemia del COVID19 afecta a todo el mundo.
Es una
difícil tarea para el liderazgo nacional actual buscar decisiones equilibradas
que favorezcan la salud de la población como endurecer las medidas sanitarias,
toque de queda entre otras; y por otro lado determinar el momento y la
secuencia para volver progresivamente a la realidad y reactivar la economía.
Así como
la curva de contagios tendrá su punto de máximo daño a la salud en algún
momento, también la economía nacional (espontáneamente) reflejará un punto de
crisis en su proceso de recuperación.
Surge la
epidemia y se toman las medidas de aislamiento, confinamiento, distanciamiento
social, cuarentena y hasta toque de queda (severo pero necesario dado el nivel
de la pandemia) pero a la vez, la misma falta de locomoción afecta la actividad
económica (de subsistencia para muchos).
Entonces
se aplica el principio keynesiano: prestamos, deuda, fondos para ayuda de las
personas con más necesidad por la falta de trabajo, acciones más que
necesarias.
Pero esta
recesión (que inicia desde que se suspende la actividad económica) tendrá sus
consecuencias en un plazo determinado. Entre más tiempo se mantengan las
medidas que producen recesión se contiene la infección del virus, pero el
impacto económico por todas las personas que cesaron su actividad económica
sólo se aplaza.
La
economía necesita reactivarse. ¿pero a que costo de contagios? Un escenario
pesimista también pude construirse a la analizar el beneficio en función de
tiempo que durará el aporte de Q1000 por tres meses para las personas que lo
reciban; luego de eso será necesario más aportes si aún continúa la recesión.
Si por alguna razón, esa segunda ola de aportes financieros no llegan podrían
producirse disturbios, saqueos, en medio de mortandad por el virus.
La
decisión del liderazgo nacional es sumamente difícil.
Por todo
lo anterior es discutible endurecer las medidas de confinamiento en detrimento
de la economía nacional y también es discutible cuándo empezar a reducir dichas
medidas y reactivar la economía.
Los
pronósticos son sólo eso: pronósticos. No se sabe el comportamiento de la
enfermedad pero si se puede calcular el proceso económico.
Por ello
pudiera parecer descabellado reducir un toque de queda, pero seguramente hay
fundamento para decidirlo.
Un tercer
aspecto difícil de pronosticar pero posible concientizar es la colaboración de
la población en las medidas sanitarias, colaborar con las autoridades,
mientras las medidas de previsión de una crisis económica se van implementando.
Como
ciudadanos necesitamos confiar en nuestro liderazgo y colaborar con las
disposiciones. Incluso en los temas que más escepticismo pudieran despertar:
influencias de sectores, transparencia en el manejo de fondos etc.
Perjudica
mucho en estos momentos reproducir noticias o mensajes falsos, no objetivos
(los que cambian lo dicho por las autoridades), amarillismos producto de luchas
políticas, crear rumores etc.
Hay un
liderazgo que necesita confianza y voluntad ciudadana para cumplir con las
disposiciones. Sólo así se logrará cumplir el slogan "Juntos Saldremos
adelante".
Muy buenos comentarios, en especial porque surgen de un diálogo académico de alto nivel. La consideración Hayek es valiosa en cuanto a la intervención del Estado en temas de emergencia, en especial sobre mantener el control en temas de Seguridad y Defensa, buscando el desarrollo del país. Efectivamente estamos viviendo un día a día o bien semana a semana por las indicaciones que provienen de las autoridades, por lo que se puede "pronosticar" casi solo una semana por delante, pero se deben poder anticipar algunos aspectos de estas medidas especialmente en el ámbito económico. Se requiere primero que todo estar bien informado y seguir las disposiciones de nuestras autoridades tal como ud. menciona.
ResponderBorrarA más de un mes de la suspensión general de muchas de las actividades tanto académicas como productivas, sí se requieren medidas que puedan mantener a flote la economía del país, quizás reducir el toque de queda va en ese sentido junto con la inversión del gobierno en atender a la población por medio de diversas ayudas. A mediano plazo, es decir los próximos meses, se debe trabajar en una etapa de transición económica que pueda a la vez mantener la contención de la enfermedad, pareciera ser que a nivel académico se puede seguir trabajando en línea como a distancia, a nivel laboral el trabajo desde casa puede apoyar, pero algunos otros sectores productivos requieren nuevamente "salir a las calles" eso sí con todas las medidas sanitarias de prevención. Tenemos por delante una "economía de crisis" que requiere de ciertos ajustes donde todos debemos poner de nuestra parte aportando alternativas creativas e innovadoras para el bien del país, para hacer realidad la frase "Juntos saldremos adelante".